Agua y Aceite.
POV Débora.
Ya estaba todo listo, las maletas, el taxi, todo arreglado para irnos, lejos de todo lo que conocía y amaba. Lejos de Arca esa ciudad donde había vivido siempre. Todo gracias a una calentura de mi hermana, mi gemela, Hannah. Un nombre bonito ¿no? Es como muy tierno y de una chica toda fresa, por eso como dice ella no le gusta su nombre, no va con ella, más bien iría mas conmigo pero lo cómico del caso es que me llamo Débora, nombre de las malvadas de la mayoría de las telenovelas.
Somos las gemelas Summers, exactamente iguales físicamente, excepto por el cabello, pero como agua y aceite en personalidad. Lo único en común que tenemos además del físico, es nuestra fuerza mental, si es de locos, pero nuestro lazo de gemelas va mas allá de un simple sentimiento…estamos conectadas, no podemos estar sin la otra, yo la adoro y no sabría que hacer sin ella, aunque ella no lo admita se que ella siente lo mismo, pero como ya había dicho somos muy diferentes.
Ella no sabe lo que es decir te quiero, nunca desde que teníamos diez años ha vuelto a decir eso, desde la muerte de nuestros padres hace siete años, mi hermana se volvió una roca dura y fría, explosiva, su segundo nombre es impulsividad, es una bomba atómica en cualquier rato explota, es de esas personas que solo piensan “púdrete mundo”, nada le importa, nada que no sea causar problemas. Su mente siempre me dice lo mismo, Problemas.
En cambio yo Deb, como todo el mundo, excepto mi hermana me llama, soy tranquila una chica de buenas notas, que lo menos que espera es que el mundo se pudra, no me gustan los problemas, sensible, muy cariñosa, siempre estoy tras ella recordándole cuando la adoro, se que necesita cariño no lo acepta pero lo necesita, desde aquella noche trágica donde nuestros padres misteriosamente aparecieron muertos en frente de nuestra habitación…la primera en verlos fue Hannah, quien no hablo, no lloro casi ni comió durante un par de meses donde solo se dedicaba a abrazar la foto de nuestros padres, yo también estaba afectada, sufrí y como siempre al contrario de ella, llore sin cesar, necesite un psicólogo y todo ese rollo…pero ella no simplemente no daba señales de vida, salvo por su necesidad de respirar, que estoy segura si no fuese necesario hubiese dejado de hacerlo…
Desde hace siete años vivimos con tía Sophia, nos crio desde los diez, y ahora con diecisiete mi hermana cada vez daba más problemas, el primero más grave fue a los trece cuando se tiño el cabello de rojo cambiando nuestro natural castaño claro, y hasta ahora aun su cabellera tiene un color rojo escarlata, luego sus calificaciones malas, por su propio deseo pues se que es muy inteligente, luego a los quince se tatúo una serpiente que enrollaba su pie derecho y ahora a los diecisiete sedujo al novio y prometido de nuestra tía, esa fue la gota que derramo el vaso.
Ahora mi tía, para evitarse la inseguridad de tener a la tentación de su futuro esposo caminando en ropa interior por toda la casa. Nos enviaban a un internado, bueno mandaban a mi hermana pero no la dejaría ir sola, ella me necesitaba.
Sin embargo, la verdad no se qué hacia mi tía, ¿prefería a su novio que a nosotras, su sangre?, sé que mi hermana no hizo lo correcto, pero en ese caso que nos mande al internado y deje al idiota que tiene por prometido, sería lo más conveniente para ella, ¿no?...además, esa historia no me terminaba de convencer, que mi tía entrara a la habitación y viera a Hannah desnuda, seguida su novio y para rematar en su baño. Una escena realmente traumática, con la que el patán de Chris solo dijo que Hannah lo había provocado y mi hermana como siempre de rebelde lo admitió.
El internado donde ahora estudiaríamos, quedaba al otro lado del país, en un pueblo llamado Trinity eso era todo lo que sabía. Además de que saldríamos de allí cuando nos graduáramos cosa que ocurriría en un año, exactamente.
Mi hermana se despedía de nuestros dos amigos, James y Dafne, los únicos amigos que aun estaban con ella después de todo ese loco cambio. Los conocíamos desde los seis. Vivian en nuestra cuadra y luego que nos mudamos estudiaban en el mismo instituto. Desde siempre habíamos sido inseparables.
Luego de dejar mi bolso dentro del auto y pedirle unos cuantos minutos al taxista, fui corriendo a abrazar a los chicos, mi hermana se aparto como un gato al que le lanzas agua.
-Los voy a extrañar muchísimo, no perdamos el contacto chicos – les dije sintiendo las lagrimas venir, si era muy sentimental.
-Tranquila, Deb – Respondió Dafne, mi mejor amiga. Un chica de cabello castaño mejillas rosadas y una gran sonrisa – para eso existe el internet – podía escuchar su voz congestionada, sus ojos marrones estaban humedeciéndose cosa muy común en ella - las voy a extrañar muchísimo, no me olviden por sus nuevas amigas...
-Claro que no – bese su mejilla ella era irreemplazable.
Éramos muy unidas, también mi hermana pero su amistad era alejada, pero aun así ellos la aceptaban igual que yo.
-¡Vengan las dos! – dijo James abriendo los brazos yo entre en ellos sin dudar y obligó a mi
hermana a unirse – cuídense mucho, si van a follar ya saben… – si el daba cada consejo.
-Por favor, hago eso casi a diario aquí y no ha pasado nada – bufo mi hermana, incomoda por el abrazo de James.
-Bueno eso era contigo, Deb.
Me reí – Vale, tomare tu consejo.
-¿Ya puedes soltarme? – solo mi hermana empujando al chico castaño que era de esos que les guste demostrar el cariño. Lo opuesto a mi hermana.
-¿Prometes no incendiar ese instituto? – dijo burlón a Hannah.
-La verdad… - una sonrisa malévola pero débil apareció en su rostro – es una buena manera de hacer notar que llegue.
-Oh, no – murmure.
Dafne se hecho a reír.
-Era broma pequeño volcán, controla esas hormonas – le dijo un beso en la frente – Hasta luego, chicas.
-Bueno, eso sí a la idiota de mi tía, le da la grandísima gana de volver a recibirme, después de todo… ¡Casi me folle a su prometido! – grito en dirección a la casa, y luego se dio la vuelta bruscamente, para entrar al taxi.
-Adiós – dijimos mis amigos y yo al mismo tiempo mientras seguía a mi hermana.
En ese momento mi tía salió de la casa y corrió al auto.
-Avisan cuando este en Trinity, ¿vale? – dijo con una sonrisa y lagrimas en los ojos marrones.
Ella había decidido por su novio, pero le costaba yo lo sabía. Nos quería pero quería casarse con urgencia, estaba desesperada por así decirlo, también afectaba que Chris había sido su novio desde los doce y ahora ella tenía ventiocho…mucho tiempo…pero aun así…
-Se que lo que esperas es que te avisen que el taxi se estrello y no hubo sobrevivientes, pero recuerda hierba mala nunca muere, y yo soy de las peores, soy una maldita perra – dijo Hannah mirando distraídamente por su ventana.
Sophia suspiro.
-No digas eso…
-Cuídate tía – le dije sonriente – estaremos bien, yo nos cuidare.
-Las quiero chicas, las voy a extrañar.
-¡Bah! ¿Qué mierda es esta?... me dan nauseas tanta hipocresía, señor arranque, por favor – le dijo al chofer.
Este no se movió.
-¡Que no escucha anciano! ¡Arranque! ¡Ahora! – grito y el anciano nervioso obedeció esta vez.
POV Hannah.
-Avisan cuando este en Trinity, ¿vale? – dijo con una sonrisa y lagrimas hipócritas, si en verdad nos amara no nos estaría haciendo esto.
¿Qué nos hacia?...mandarnos al mismísimo demonio por un idiota que ella creía amar, pero la pura verdad es que no era capaz de pensar en otra cosa que no fuera casarse con él, era tan estúpida que a veces consideraba la idea de que si enserio era mi tía… todo era mi culpa según suponía todo el mundo, pero la verdad solo la sabíamos yo y el degenerado de Chris, el maldito idiota que ahora me alejaba de mi hogar, por el carácter débil de Sophia.
Flashback.
Saldría con uno de los chicos del instituto, Mike o Michel, la verdad ni siquiera me sabía bien su nombre, estábamos saliendo hace una semana y ya le cortaría, así era yo, las cosas conmigo no eran para largo solo un rato y adiós, era lo mejor que acostumbrarse a las personas, desde niña aprendí que cuando le das tu amor a alguien o lo destroza el mismo y simplemente el maldito destino, como era un vivo ejemplo la muerte de mis padres. Ellos no merecían morir, y menos aun que su muerte quedara impune, sin venganza. No investigaron, no denunciaron, solo hicieron como si fuese sido una muerte natural, cosa completamente estúpida ellos no tenía ni una gota de sangre en el cuerpo eso no era natural…
Me metí a la habitación de mi tía, su baño era el más grande y cómodo, como estaba sola en casa, daba igual. Deje caer la toalla negra que cubría mi cuerpo desnudo y me metí bajo la regadera, me bañaba como siempre en silencio absoluto solo concentrándome en la sensación el agua en mi cabeza, entonces escuche un ruido.
-¡Débora, si eres tu búscame la sombra negra que te preste ayer, la necesito! – Grite sin ni siquiera concentrarme en su respuesta, que nunca hubo una, apague la regadera y busque mi toalla - ¿Quién es? – dije mientras abría la puerta del baño, luego todo paso muy rápido.
De un momento a otro algo me empujo de nuevo al baño, mi toalla desapareció y fue remplazada por unas manos que recorrían mi cuerpo sin ningún pudor.
-Soy yo – murmuro alguien en mi oreja, reconocí la voz.
-¿Chris? ¿Qué demonios haces? – grite removiéndome y empujándolo, eso era increíblemente asqueroso - ¡Suéltame ya!
-Shhh, cálmate cariño, nadie te escuchara estamos solos – dijo burlón mientras besaba mi cuello.
-¡Y una mierda suéltame!
-¿Por qué tan nerviosa?... de todas formas tampoco eres la más inocente de la familia.
-¡Imbécil! – exclame antes de darle con la rodilla en su punto débil, logre que me soltara y Salí corriendo de allí, busque mi toalla, y me apresuré a salir de allí rápido…lo siguiente fue la escena más decepcionante de mi vida, bueno la verdad siempre había estado decepcionada de ella.
Antes de que pudiese salir entro tía Sophia y me miro con los ojos tan abiertos como platos, de arriba abajo.
-¿Qué haces en mi habitación, Hannah?
-Sophia yo… – estaba tan asustada, pero no iba a admitirlo, trataba de empezar a explicar lo ocurrido con la mayor calma posible, el miedo era de débiles y si yo lo era más me aria mostrando mi fragilidad a los demás.
-Esto no se queda así – exclamo el idiota a mis espalda, mí tía nos miro a ambos.
-¿Qué paso aquí? – soltó con voz aterrorizada.
-¡Fue su culpa! – Exclamo Chris interrumpiéndome de nuevo – ella entro aquí así cariño, y al rechazarla me dio una patada…
-¡Claro que no!
-No mientas – dijo el descarado.
-¡Jodete! ¡Sabes bien que el que entro aquí fuiste tú! ¡Maldito pervertido!
Los ojos de Sophia me miraron con decepción. Le había creído. No iba a luchar contra su idiotez, me fui por el lado fácil y me ahorre el tiempo.
-¡Sí! ¡Me lo quería follar! ¡Lo admito! – le grite. Para luego salir de su habitación.
Fin del Flashback.
Me metí a la habitación de mi tía, su baño era el más grande y cómodo, como estaba sola en casa, daba igual. Deje caer la toalla negra que cubría mi cuerpo desnudo y me metí bajo la regadera, me bañaba como siempre en silencio absoluto solo concentrándome en la sensación el agua en mi cabeza, entonces escuche un ruido.
-¡Débora, si eres tu búscame la sombra negra que te preste ayer, la necesito! – Grite sin ni siquiera concentrarme en su respuesta, que nunca hubo una, apague la regadera y busque mi toalla - ¿Quién es? – dije mientras abría la puerta del baño, luego todo paso muy rápido.
De un momento a otro algo me empujo de nuevo al baño, mi toalla desapareció y fue remplazada por unas manos que recorrían mi cuerpo sin ningún pudor.
-Soy yo – murmuro alguien en mi oreja, reconocí la voz.
-¿Chris? ¿Qué demonios haces? – grite removiéndome y empujándolo, eso era increíblemente asqueroso - ¡Suéltame ya!
-Shhh, cálmate cariño, nadie te escuchara estamos solos – dijo burlón mientras besaba mi cuello.
-¡Y una mierda suéltame!
-¿Por qué tan nerviosa?... de todas formas tampoco eres la más inocente de la familia.
-¡Imbécil! – exclame antes de darle con la rodilla en su punto débil, logre que me soltara y Salí corriendo de allí, busque mi toalla, y me apresuré a salir de allí rápido…lo siguiente fue la escena más decepcionante de mi vida, bueno la verdad siempre había estado decepcionada de ella.
Antes de que pudiese salir entro tía Sophia y me miro con los ojos tan abiertos como platos, de arriba abajo.
-¿Qué haces en mi habitación, Hannah?
-Sophia yo… – estaba tan asustada, pero no iba a admitirlo, trataba de empezar a explicar lo ocurrido con la mayor calma posible, el miedo era de débiles y si yo lo era más me aria mostrando mi fragilidad a los demás.
-Esto no se queda así – exclamo el idiota a mis espalda, mí tía nos miro a ambos.
-¿Qué paso aquí? – soltó con voz aterrorizada.
-¡Fue su culpa! – Exclamo Chris interrumpiéndome de nuevo – ella entro aquí así cariño, y al rechazarla me dio una patada…
-¡Claro que no!
-No mientas – dijo el descarado.
-¡Jodete! ¡Sabes bien que el que entro aquí fuiste tú! ¡Maldito pervertido!
Los ojos de Sophia me miraron con decepción. Le había creído. No iba a luchar contra su idiotez, me fui por el lado fácil y me ahorre el tiempo.
-¡Sí! ¡Me lo quería follar! ¡Lo admito! – le grite. Para luego salir de su habitación.
Fin del Flashback.
Eso fue realmente decepcionante, era una chica problema lo sabía, era…no diría feliz porque no se que se siente serlo, más bien me sentía cómoda cuando causaba líos. Aunque para ser sincera lo que causaba líos era mi completa transparencia al expresarme, decía lo que pensaba y lo demás me valía un rábano.
Sophia, había decidido por su novio, no me había escuchado, ahora que no viniera con su escenita de la tía que quiere a sus sobrinas, solo mierda. Ella me quería…mil metros bajo tierra. Ella quería casarse con urgencia, estaba patéticamente desesperada, Chris había sido su novio desde los doce y ahora ella tenía ventiocho…que vida tan aburrida, allí se reflejaba mi filosofía de la vida, no entregues amor por qué o lo destruyen o no lo aprecian, ese tipo no quería a mi tía, era un degenerado y estaba segura que tenia miles de amantes por toda la cuidad, cosa que realmente no entenderé nunca, el era tan…tan él. Asqueroso.
-Se que lo que esperas es que te avisen que el taxi se estrello y no hubo sobrevivientes, pero recuerda hierba mala nunca muere, y yo soy de las peores, soy una maldita perra – dije sinceramente como siempre expresaba lo que pensaba.
Sophia suspiro.
-No digas eso…
-Cuídate tía – soltó mi hermana, con su típico tono de amabilidad enfermiza – estaremos bien, yo nos cuidare.
-Las quiero chicas, las voy a extrañar.
-¡Bah! ¿Qué mierda es esta?...- tanta hipocresía empeoraba mi humor, ya tenía ganas de vomitar - me dan nauseas tanta hipocresía, señor arranque, por favor – le dije al chofer. Este no se movió.
-¡Que no escucha anciano! ¡Arranque! ¡Ahora! – Grite al ver que el anciano idiota que hacía llamar taxista no se movía, el piso el acelerador alterado por mis gritos.
Suspire y me acomode en el asiento.
-¿Por qué siempre tienes que ser así? – escuche a mi hermana, pero no podía abrir mi escudo mental, no sin concentrarme en no mostrarle nada crucial, solo yo sabía que lo que en verdad había pasado era un intento de violación. HACIA MÍ.
-Porque así soy Débora, siempre he sido así. No tienes por qué seguir aguantándome, es solo porque quieres, yo iba a venir sola, pero tú siempre tras de mi…
-Eres mi hermana no te dejaría irte sola, te extrañaría demasiado.
Bufe. Odiaba las conversaciones mentales cuando se ponia con esas cosas.
-Enserio, y yo se que tu también a mí.
-No siento esas cosas.
-Dices que no sientes nada pero yo se que si, los sentimientos de las personas nunca mueren solo se ocultan y se protegen con odio.
-Odio cuando empieces con esa palabrería melosa. No puedo creer que seamos hermanas, enserio.
-Pues lo somos y siempre estaremos juntas.
Tomo mi mano y la aparte con brusquedad.
-¿Por qué te molesta mi cariño?
-Por qué no me gusta el cariño, es estúpido y solo derrumba, es mejor ser como soy sin que nada te importe.
-¿esa es tu filosofía de la vida?
-Sí, pero para que lo captes más pronto es: Púdrete mundo.
Suspiro – Te amo, Hannah.
-No de nuevo…
-Quiero que lo sepas, hermana. Seas como seas siempre estaré contigo, así quieras que el mundo se pudra y eso me incluya siempre me tendrás a mí.
Suspire – No quiero que te pudras, Débora, deja lo radical y sentimental, pareces emo.
-Y tú de piedra – fue lo último que escuche hasta que cerró su escudo de nuevo y vi como una lágrima se deslizaba por su mejilla.
Suspire. Ese viaje seria largo.
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Ayyyy no sabeis lo nerviosa que estamos por saber su opinion sobre esta nueva historia!!!a decir verdad este primer cap. iba a publicarlo mañana pero la ansias me controlaron y no pude esperar XD.Comenten Please!!!
Os quiero!!
Hola Linne
ResponderEliminarMira tu que si me esta gustando la historia jajaja
Espero que estes bien, ya extrañaba tus caps si que si. Bueno me voy bye bye
pasate por mi blog pliss..!!
¡¡¡¡¡¡¡¡Line !!!!
ResponderEliminarte extrañe demasiado , demasiado !!!
Te quiero tanto amiga , no sabes cuanto .
La verdad es la historia la encontre.....
Hermosa , lo mas marivilloso de este mundo !!!
Hannah es todo una rebelde y la comprendo de algun modo tiene que sacar el dolor y el pervertido de chris ! Me dieron nausias .
Debora , es muy dulce y tranquila , creo que siempre sera la compania de Hannah , es una hermana muy genial .
La historia esta muy interesante y buena .
Publica lo mas pronto !!!!
Me encanto le hsitoria .
Te quiero muchooo.
Bye
XoXo
Rosebelle ***
Sinceramente...
ResponderEliminarES GENIAL!
WOW!
Amo a Hannah! jaja. Siempre dice lo que piensa...al igual q yo xdd nadie la comprende :)
Me gusta mucho,de verdad. Es genial.
XOXO
¡Hola!
ResponderEliminarMe gustaría invitarte a mi foro de escritura, un lugar donde conoceras gente con tu mismo hobby y con la que podrás compartir tus escritos. ¡Además de participar en nuestros concursos literarios y de diseño!
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